Camino de Santiago

Camino de Santiago

Desde hace un par de años, nuestro Centro Juvenil oferta para su equipo animador y aquellos jóvenes destinatarios más cercanos a la mayoría de edad, una experiencia que es única, el Camino de Santiago.

Sin duda, realizar este camino es un ejercicio de fortalecimiento físico, humano y espiritual. Queremos que con un esfuerzo común podamos superar cuantas dificultades aparezcan en nuestro camino, y hacerlo poniendo en práctica valores como la solidaridad, la perseverancia, la honradez y la sostenibilidad, fomentando el espíritu salesiano donde quiera que nos encontremos. Queremos que este camino sea un reflejo de nuestra vida.

Es el Señor Quién nos convoca, y es esta una convicción que atraviesa nuestra experiencia como consagrados tras las huellas de Jesús el Cristo. En esa experiencia vital que los siete vivimos, queremos construir y formar parte de una comunión que nos ayude a vivir en familia. Sabemos y así lo constatamos que de esta realidad parte la misión apostólica que juntos llevamos adelante en esta presencia. Más aún, es desde la vivencia de la comunión, desde donde cada uno descubre con la gracia del Espíritu, lo que como enviado desde la comunidad, lleva a cabo.

No entendemos una vivencia desde un plano puramente formal, en el que como miembros yuxtapuestos, compartamos simplemente espacios y tiempos. En ese sentido, queremos aprovechar la oportunidad que nos brinda la Campaña “Somos Uno” para hacer de nuestros deseos y motivos, una reflexión compartida que ayude a esta recreación continua de la Comunidad.

Es posible que esta justificación, pueda transformarse hoy, en una profecía. La comunión, que es quizás, uno de los elementos más desechados y desconocidos en nuestra sociedad actual, pueda convertirse en signo y testimonio de algo más a tantas familias y chicos como se acercan a nuestra Casa. En este tiempo tan especial de pandemia, se nos presenta una ocasión particular de poder vivir desde la comunión, una vivencia más auténtica y un servicio a los demás más delicado y atento.

 

Algunos de nuestros objetivos:

Conocer gente de todas las edades y fomentar grandes amistades entre los participantes de la actividad.

Vivir unos días unidos donde el compañerismo y la solidaridad nos ayuden a superar todos los retos, que no serán pocos, a los que el Camino nos hará

Encontrarse con uno mismo, pues durante las 6 u 8 horas diarias que se caminan, se reflexionan aspectos muy importantes de la vida, ayudando así a crecer personalmente.

No solo para los creyentes, sino también para cualquiera que peregrine, visitar la tumba del apóstol Santiago es algo mágico que cualquier persona que haga el Camino debe hacer.

Conseguir la Compostelana y la Credencial afirmando que has conseguido realizar, al menos, 100 km.

Haciendo este gesto uno mismo reafirma su fe y descubre que hay algo dentro de sí que le mueve para hacer este difícil y gran proyecto en que nos embarcamos.

¡Llegar todos juntos a Santiago de Compostela!